1. Fundir el chocolate en la leche a fuego lento en un cazo.
2. Batir las yemas con la ralladura y la miel.
3. Verter el chocolate en el huevo removiendo sin parar, y pasar al cazo.
4. Remover a fuego lento hasta que espese. ¡No hervir!
5. Retirar del fuego y enfriar en un cuenco.
6. Añadir la nata montada y remover.
7. Verter la mezcla en seis copas y enfriar hasta que quede consistente.
8. Servir: Puede decorarse con nata, chocolate y piel de naranja confitada.
Nota: Montar la nata ligera para que ligue bien con la mezcla.