1. Pelar los higos, trocearlos y ponerlos en una cazuela con la miel y cubrir generosamente con agua.
2. Mezclar con cuidado, cubrir con un paño limpio y dejar en reposo 1 noche.
3. Al día siguiente, poner la cazuela a fuego lento, removiendo con una cuchara de madera para homogeneizar.
4. Cocer suavemente entre 20 y 30 minutos, hasta que los higos sean algo translúcidos.
5. Verter en tarros, tapar y esterilizar al baño María 15 minutos.